domingo, 1 de febrero de 2009

SUPERHÉROE

La sensación de estar volando en el aire deja de ser sensación cuando realmente se hace. Hoy me tiré de paracaídas desde una avioneta a 3000 (si, tres mil) metros de altura. VOLAS, simplemente volás. Son 40 segundos de caída libre dónde realmente perdés la conciencia (si es que alguna vez la tuviste), ves toda la ciudad, el río, los parques, las piletas de las casas, ves todo, y no ves nada. Es una sensación realmente indescriptible. No ténes tiempo de acordarte de tu mamá, ni de tu hermana, ni del vecino, ni de vos. Dejas de ser, no tenés control de tu cuerpo ni de tu alma, pasas a ser parte del todo y de la nada.
De repente se abre el paracaídas. Se suspende tu cuerpo. Se escucha el silencio de una manera nunca antes oída, ni hablar si el demente que te lleva comienza a dar giros. La vista es impresionante, alucinante.

Una experiencia única, inolvidable, 100% recomendable.
Son 3 minutos de irrealidad incomprensible. Y pisas el suelo, tus pies en la tierra nuevamente. Te baja la adrenalina derepente, sin pensarlo. Te despertás, pero con el gusto de saber que no dormiste.

Como los superhéroes.

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